Rejuvenecimiento Facial
La piel con los años va sufriendo cambios debido a su envejecimiento intrínseco, y al daño secundario al sol, tabaco, contaminantes ambientales, stress y dietas inadecuadas. Los efectos de este envejecimiento se traducen en manchas oscuras, aumento del tamaño de los poros, resequedad de la piel, aparición de pequeños vasos sanguineos visibles en el rostro, pérdida de turgor y elasticidad de la piel, aparición de arrugas y líneas de expresión, aparición de pliegues profundos principalmente nasolabiales, pérdida de grasa subcutánea principalmente en pómulos. Todo esto le da a la piel del rostro un aspecto opaco, reseco, acartonado, rugoso, flácido y arrugado; la cara puede tomar un aspecto triste o enojado sin estarlo. Los tratamientos de rejuvenecimiento facial están orientados a restituir las características de la piel del paciente; no buscan cambiar la fisionomía de su rostro, sino llevarlo a como se veía años atrás. Esto se logra a través de procedimientos médicos como peelings químicos que buscan renovar la capa externa de la piel, parálisis de grupos musculares de expresión facial (Botox), rellenos de los pliegues profundos y arrugas permanentes (ácido hialurónico), aumento de la consistencia de la piel (radiofrecuencia y resuperficiamiento cutáneo), mitigación de poros e imperfecciones de la piel (resuperficiamiento cutáneo), eliminación de manchas y pequeños vasos sanguíneos de la cara (luz pulsada intensa con filtro dual). Lifting facial no quirúrgico (hilos tensores). Los tratamientos se ajustan a cada persona, dado que cada una tiene distintos requerimientos. Así pacientes jóvenes se beneficiarán sólo de tratamientos preventivos de la formación de arrugas y que mejoren las características de su cutis, y pacientes mayores requerirán una mayor cantidad de procedimientos. Todos los pacientes reciben además un plan de cuidado facial ajustado a las características de su piel.
